La mayoría de los cuentos maravillosos tiene una estructura similar: se narran las peripecias por las que atraviesa un héroe, que cumple una gran hazaña (por ejemplo, rescata a la princesa prisionera de un dragón), y que finalmente da cuenta de su hazaña al que lo mandató (por ej., el rey, padre de la princesa), y recibe una recompensa (se casa con la princesa).
Los roles actanciales son, resumidamente, los siguientes:
a) El iniciador (destinador): el personaje que convoca al héroe y lo encarga de la búsqueda.
b) El sujeto de la búsqueda: el sujeto que toma conciencia de la necesidad de actuar.
c) El objeto de la búsqueda: aquello que el héroe debe ir a buscar, y que tiene un doble carácter; concreto / abstracto. (ej. una camisa / la felicidad, en “La camisa del hombre feliz”.)
d) El destinatario: el personaje en beneficio de quien se realiza la proeza (puede ser el mismo iniciador).
En el proceso de consecución de su objetivo –procurarse el objeto de la búsqueda–, el sujeto de la búsqueda encontrará dos tipos de actantes más:
e) El adyuvante: que el ayuda en su búsqueda (aliado, si es humano [+H]; instrumento, si es humano [-H]).
f) El oponente: que trata de impedirle procurarse el objeto (si +H= adversario; si –H= obstáculo.